martes, 29 de abril de 2008

SECCIÓN CULTURA: Neo-Feminismo, el feminismo del siglo XXI


Hace poco, las Naciones Unidas organizaron en Nueva York la asamblea general “Pekín+5”, el encuentro en que la ONU evaluó la aplicación de la Conferencia internacional sobre la mujer celebrada en la capital china en 1995. Las discusiones eran vivas y elocuentes, como siempre. Lo que nos sorprende es que todos los allí reunidos, en el fondo, quieren lo mismo: el bien para la mujer. Todos se esfuerzan por defender los derechos de las mujeres en cada rincón del mundo. Buscan caminos para que las mujeres se puedan autorrealizar plenamente, aprovechar las capacidades que cada una tiene y ayudar a las demás a hacer lo mismo. Este objetivo
es tan espléndido que, realmente, ninguna persona medianamente sensata y benévola puede estar en contra de ello. Es verdad, que puede haber cierta agresividad y polémica en el modo de plantear estas reivindicaciones. Este hecho, un simple hecho de una reunión a nivel mundial y de organizaciones, nos muestra como el feminismo que tuvo su génesis en el siglo XIX, ha manifestado en el tiempo actual, sus influencias. Ya menos agresivo es tratar este tema, y se ha demostrado como mujeres y hombres pueden sentarse a dialogar de manera igualitaria, y como la mujer es considerada en el espacio. Aún con algunas falencias, el sistema ha sabido adaptarse a las necesidades de las mujeres, y a buscar maneras en que la mujer sea mejor considerada cada vez más. Aunque no todo es de una manera lineal y equitativa para las mujeres, debido a la cultura y estandarización de algunas sociedades, el mundo en general ha presentado mejores, para las mujeres que hoy habitan en él.

Josemaría Escrivá veía claramente que el empeño por hacer justicia es de vital importancia, pero no basta. Las reivindicaciones pueden crear un clima frío, de mutua desconfianza, rencores y venganza; pueden llevar hasta el odio. Una vida feliz sólo se logra, cuando se aprende a pedir perdón por los fallos propios, cuando, en definitiva, se purifica la memoria y se vive en paz con el pasado. Lo más interesante siempre es lo que está delante de nosotros, en el futuro. Realmente, cuando se concede a las mujeres nada más que la garantía de que se apliquen los derechos humanos también a ellas, se les da muy poco. Además, sabemos todos de sobra que hay situaciones tan complejas en las que la mera justicia es prácticamente imposible. Hace falta algo más. Muchas personas cuentan sus penas no sólo para que se busquen soluciones en el mundo exterior. Las comunican también porque buscan comprensión y cariño, orientación, aliento y consuelo. “Convenceos que únicamente con la justicia no resolveréis nunca los grandes problemas de la humanidad,” afirmaba Escrivá. “Cuando se hace justicia a secas, no os extrañéis si la gente se queda herida: pide mucho más la dignidad del hombre, que es hijo de Dios.

La caridad ha de ir dentro y al lado, porque lo dulcifica todo.” Implica darse cuenta de que
cada persona necesita más amor que “merece”, es más vulnerable de lo que parece; y todos somos débiles y podemos cansarnos. En cuanto tal es una disposición deseable para cualquier persona, de ambos sexos.


¡Pedido Especial!





A pedido de un blogger, creamos este artículo, con la influencia que ha tenido el feminismo en las tendencias culturales del mundo actual, como lo es la música, artistas y corrientes artísticas.
Cómo siempre tratando de hacer grata cada visita a Ciudad De Mujeres.


INFLUENCIAS EN EL ÁMBITO ARTÍSTICO - CULTURAL

En el mundo de hoy, el feminismo no sólo ha llegado a nosotros, a través de políticas y corrientes filosóficas o movimientos y organizaciones. El llamado post - feminismo, nos hace un llamado a la incurrencia que está haciendo este pensamiento, en la música, arte y teatro, identificando corrientes artísticas, arquitectónicas e incluso científicas.

MÚSICA:

Es innegable que el feminismo tuvo mucho que ver dentro de la historia de las mujeres en la música con todo un desarrollo. Están las Riot Girls, el Foxcore. Los precursores de eso fueron movimientos feministas que quisieron -aparte de los derechos de la mujer-, hacer música con sus propias reglas y diciendo las cosas como ellas querían. Encontramos a The Donnas, The Electrocutes, entre otras bandas lideradas en su mayoría por chicas.

ARTE:

El arte feminista surgió a finales de la década de los años 1960, y abarca, en líneas generales, los esfuerzos y logros del movimiento feminista para hacer más visible el arte realizado por mujeres dentro de la historia del arte y la práctica artística. Ha de diferenciarse el «arte hecho por mujeres», que puede ser exactamente igual, en cuanto a temas y géneros, que el del hombre, de lo que es un «arte feminista», que pretende ser diferente, tratar otros temas y alterar los valores tradicionales en el arte.

El movimiento comenzó en los años sesenta, floreció a lo largo de los setenta, y sus efectos continúan hasta la actualidad. La creciente preeminencia de mujeres artistas dentro de la historia del arte, así como en la práctica artística contemporánea puede atribuirse a este movimiento de arte feminista. Encontramos artistas como: Eleonor Antin, Judy Chicago, Nancy Spero, y Mary Yates, entre otras.

Arriba se presentan imágenes de algunas bandas y algunos trabajos de artistas feministas. Esperando haber llenado sus expectativas, se despide, la columna cultural.




martes, 22 de abril de 2008

¡Personaje del mes!


* EMILY DAVIDSON *

Emily Davidson (maestra de escuela, 1872-1913), fue una destacada militante del movimiento feminista que a principios del siglo XX, encabezado en Gran Bretaña por el Women's Social and Political Union (WSPU), llamadas suffragettes, luchó por el reconocimiento del derecho del voto de las mujeres. (No todos los hombres tenían derecho al voto, las clases más bajas lo tenían restringido).

Muerte de Emily Davidson: ¿Suicido o Accidente?

Emily Davidson, representante del movimiento sufragista protagonizó un impactante acontecimiento al acudir a un espectáculo hípico.


No están del todo claras las verdaderas intenciones de Emily. Algunas teorías indican que su intención no era la de suicidarse ya que había comprado un boleto de vuelta del tren de Epsom. Parece ser que su objetivo era la de detener al caballo y colocarle una bandera del WSPU para lo que había estado preparándose observando caballos de paseo. Algunos testigos afirmaron que Davidson extendió una pequeña bandera e intentó agarrar a Anmer por la brida, lo que difícilmente puede apreciarse en el video.

Su ingenuidad o poca inteligencia no evitaron el brutal impacto que la arrastró inerte por la pista. Murió 4 días después en el Hospital Rural de Epsom sin llegar a recobrar el conocimiento.

Fue enterrada como un ángel heroico del movimiento sufragista en junio de 1913, aunque su acción no llegó a tener el impacto deseado en el gran público, más preocupado por la salud del caballo y del jockey, que la consideró una fanática enferma mental.

El entierro de Emily atrajo a una gran muchedumbre y fue enterrada en la iglesia de Saint Mary en Morpeth, Northumbreland. En su lápida puede leerse el lema del WSPU: "Hechos, no palabras".


El NUWSS (sufragistas), continuó la lucha y en 1928 se logró el pleno derecho de voto para todas las mujeres de más de 21 años.



I C O N O S



“Quizás la sutil violencia utilizada por las sufragistas trataba de disminuir nuestro orgullo de sexo; íbamos a enseñarle al mundo como conseguir reformas sin violencia, sin matar gente y volar edificios, o sin hacer las otras cosas estúpidas que los hombres han hecho cuando han querido alterar las leyes (...) Nosotras queríamos mostrar que podíamos avanzar o conseguir la libertad humana a la que aspiramos sin utilizar violencia alguna. Hemos sido decepcionadas en esta ambición pero todavía podemos dar a nuestras almas el consuelo de que la violencia registrada no ha sido formidable y de que las más fieras de las sufragistas están más preparadas para sufrir daño que para infligirlo”.



Millicent Garret Fawcett (1912)
en BELL,S.C. & OFFEN,K. M.
Women, the Family and Freedom.
The Debate in documents
Stanford, 1983.





“Nos tiene sin cuidado vuestras leyes, caballeros, nosotras situamos la libertad y la dignidad de la mujer por encima de toda esas consideraciones, y vamos a continuar esa guerra como lo hicimos en el pasado; pero no seremos responsables de la propiedad que sacrifiquemos, o del perjuicio que la propiedad sufra como resultado. De todo ello será culpable el Gobierno que, a pesar de admitir que nuestras peticiones son justas, se niega a satisfacerlas”

Emmeline Pankhurst
Mi propia historia (1914)
Citado en MARTÍN GAMERO, A.:
Antología del feminismo
Madrid, 1975.


Lucha y entrega...





Pero la ideología más pujante, y de más proyección en la época, es el marxismo. Los marxistas unen la suerte de la emancipación de la mujer a la de la liberación del proletariado. Mujeres como Flora Tristán o Louise Michel están en esta posición.

Para los marxistas, la nueva sociedad creará otras estructuras e infraestructuras donde la mujer se verá liberada de la esclavitud a la que le somete el sistema capitalista; por consiguiente, mientras tanto, el marxismo no hace nada para mejorar la situación actual de las mujeres.

Pero en el siglo XIX las primeras en conseguir resultados son las sufragistas. No en vano, ellas sí pretenden mejorar la situación de las mujeres en la sociedad capitalista. Además de la participación en la vida pública, a través del voto, reivindican, también, el derecho a la educación y a tener un empleo. Quizás las primeras en conseguirlo fueron las cantantes e interpretes de música y las maestras de escuela. Por supuesto estamos hablando de las mujeres pertenecientes a la burguesía y cierta clase media, ya que las mujeres del proletariado fueron protagonistas en la puesta en marcha de la revolución industrial. El trabajo femenino fue una constante desde los primeros tiempos, ya que cobraban menos.

En 1792 Mary Wollstonecraft publica en los Estados Unidos Vindicación de los derechos de la mujer. En esta obra trata de dar una batalla legal para que los derechos de la mujer sean incluidos junto con los del hombre en la constitución estadounidense. Con el tiempo, su postura se radicaliza y propone la abolición del matrimonio, ya que para ella esta es la causa, y el medio, de opresión de la mujer.

Las mujeres van consiguiendo el derecho al voto en diferentes países. En 1893 lo consiguen en Nueva Zelanda, en 1917 en Rusia, en 1918 en Inglaterra, aunque lo pierden y han de recuperarlo en 1928. En 1920 en Estados Unidos, en 1931 en España, y en 1971 en Suiza, el último país desarrollado. En la mayoría de los países islámicos el voto sigue negado a la mujer, cuando no al hombre.

El socialismo y el anarquismo obtienen pocos éxitos, ya que no profundizan mucho en la situación de las mujeres. Sin embargo, sus mujeres son las más activas y las que más contribuyen a la difusión del feminismo.

Los anarquistas dan por supuesto que las mujeres estarán en igualdad de condiciones con el hombre en la nueva sociedad, en la que no existirán ni clases, ni grupos de poder ni, por supuesto, diferencias entre hombres y mujeres. La educación liberaría al hombre de su prejuicio contra las mujeres. Su opresión no es más que otra manifestación de la represión general. El socialismo está en la misma idea, pero Engels introduce un elemento más de análisis: la lucha de clases-sexo, no es específicamente capitalista, si no que tiene su propia dinámica. La liberación de la mujer se producirá con la del proletariado, pero para ello debe estar plenamente integrada en el modo de producción capitalista. Las mujeres deben luchar específicamente por la igualdad en el trabajo y en la sociedad dentro del propio partido. Paladinas de estas posturas fueron Clara Zetkim, Alexandra Kollontai y Rose Luxemburg.

En el siglo XX el fascismo fue una ideología que dominó durante los años 20 al 40. El fascismo redujo a la mujer a la condición de cosa, y le privó de los más elementales derechos, algunos de ellos ni siquiera durante el Antiguo Régimen se les había negado, como el derecho a administrar sus bienes. Hasta 1978, en España una mujer no podía tener un pasaporte, abrir una cuenta corriente, o poner una denuncia, si no era con el consentimiento expreso de su marido, padre o hermano.

Será después de la segunda guerra mundial cuando el feminismo, como ideología, sea asumido por toda la sociedad, y ello gracias a la información y a la sociedad de masas.

Sin embargo, la visión de la mujer para la sociedad de consumo de masas es muy diferente a la de los feminismos. Esta sociedad impone un tipo de mujer: esposa, feliz en su hogar, porque tiene aparatos que le hacen todas las tareas de la casa. Esta mujer feliz, y con mucho tiempo libre para el ocio, no tardará en revelarse en su jaula de oro.

Después de la segunda guerra mundial aparecen tres grandes pensadoras del feminismo: Simone de Beauvoir, Betty Friedmann y Kate Millet.

Simone de Beauvoir publica en 1949 El segundo sexo. Sostiene, que la situación oprimida de la mujer en la sociedad actual es algo cultural, y no natural, como creen algunos. Pone de manifiesto las diferencias de hecho, pero sostiene que no suponen un rango inferior. Se deben buscar nuevas relaciones entre los sexos, lo que enriquecerá a ambos como personas.

Betty Friedmann arremete en 1963 contra la mística de la feminidad, la esclavitud del hogar feliz y la paz del mito consumista. Todo ello lo que provoca es el aislamiento de la mujer, que vuelve a estar engañada por los viejos mitos, aunque modernizados.

Kate Millet en 1970 desarrolla una teoría sobre la política sexual. Para ella el patriarcado es un arte de dominación masculino que afecta a todas las clases sociales.


COMIENZA LA PROTESTA...


El primer signo de protesta se produjo en 1791 cuando Olimpia de Gouges proclama ante la Asamblea Nacionalla Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, que son los mismos que los Derechos del Hombre y el Ciudadano. Pero si la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano se fue imponiendo a lo largo del siglo XIX, los de la mujer no.

La lucha de las mujeres durante el siglo XIX, se centró en conseguir el derecho al voto. Fueron las famosas sufragistas las que se extiendieron por toda Europa y Estados Unidos. Este movimiento tuvo su carta de nacimiento el 19 de julio de 1848 en Séneca Falls (Nueva York). La reunión de Séneca Falls fue convocada como respuesta al rechazo que soportaron dos activistas antiesclavistas en un congreso celebrado en Londres en 1840, sólo por el hecho de ser mujeres. Se redactó la Declaración de sentimientos, en la que se plasmaron sus reivindicaciones: acabar con todas las leyes que producen su infelicidad, lo que impide ocupar la posición social deseada; reconocer la igualdad de sexos; obtener una educación completa; poner fin a la doble moral vigente; abrirse camino en empleos lucrativos; y obtener el derecho a votar. La lucha por el voto era una cuestión central, ya que se consideraba que si un político dependía de sus votos para salir elegido atendería sus peticiones.


miércoles, 16 de abril de 2008

¿Qué es el feminismo y cómo surge?

El feminismo es un movimiento de toma de conciencia y lucha de las mujeres por sus derechos y su emancipación social, así como por la igualdad real en la sociedad, de todos, hombres y mujeres, como personas. Claro que se ha dado un feminismo radical que pretendía la superioridad de la mujer frente al hombre.
Es, sin duda, el movimiento alternativo de más larga tradición en la historia contemporánea. Nace en el siglo XIX con el movimiento sufragista en Inglaterra, aunque hunde sus raíces en las ideas ilustradas y en la Revolución francesa. El movimiento sufragista comenzó en Gran Bretaña en 1866, con la presentación ante el parlamento de una petición firmada por 1499 mujeres exigiendo que la reforma del sufragio (que entonces se debatía) incluyera el voto para la mujer, y no sólo el del hombre. Al ser rechazada la petición, las organizadoras, conjuntamente con otros grupos de fuera de Londres, procedieron a crear en 1867 un movimiento permanente: La National Society for Woman´s Suffrage (Sociedad Nacional por el Sufragio de la Mujer). La figura mas destacada de la NSWS hasta 1890 fue Lydia Becker , liberal manchesteriana.

Igualdad para todos, el lema de la revolución, implicará que las mujeres también quieran ejercer los derechos que se le reconocen al hombre. Sin embargo, esa igualdad sólo es real si se parte de unas mismas condiciones y unas similares posiciones sociales, de lo contrario se torna en desigualdad. La situación social de partida de las mujeres es la de objeto decorativo y fuente de placer. Durante el romanticismo se las consideró como unos sujetos pasivos que deben limitarse a ser bellas. Las mujeres han trabajado en todas las épocas, pero su incorporación al sistema de producción capitalista se produce durante el siglo XIX, aunque con rasgos distintivos ante el trabajo masculino. El trabajo femenino durante el siglo XIX era complementario de la economía familiar e intermitente ya que dependía de las obligaciones domésticas. Normalmente el puesto de trabajo estaba en el propio domicilio, un 55% de las trabajadoras, y de estas el trabajo de modista era el más habitual. Las mujeres comienzan a trabajar fuera de casa, hasta alcanzar un tercio de la población laboral a comienzos del siglo XX, en los países del centro de Europa. Las mujeres trabajadores eran solteras, o casadas cuya economía familiar era especialmente crítica.

Naturalmente, en el campo las mujeres trabajaban habitualmente, aunque siempre dentro de la economía familiar. Durante la primera guerra mundial, la crisis de trabajadores favoreció la incorporación de las mujeres a la producción fabril. Sin embargo, a pesar de esta contribución laboral, no les eran reconocidos los derechos políticos.